MARÍA PRESERVADA DE TODO PECADO DESDE SU CONCEPCIÓN
En la festividad de uno de los Dogmas más grandes de nuestra Iglesia
volvemos con un nuevo capítulo de esta sección Signos de Fe dedicado al misterio de la Inmaculada
Concepción de la Santísima Virgen.
No es hasta el 8 de diciembre de 1854 cuando en la “Bula Ineffabilis Deus” el Papa Pío IX proclama que la Santísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de culpa original desde el primer instante de su concepción, por singular privilegio y gracia de Dios Omnipotente, en atención a los méritos de Cristo-Jesús, Salvador del género humano. Esto ha sido revelado por Dios y por tanto debe ser firme y constantemente creído por todos los fieles.
Hay tres argumentos bíblicos que muestran este dogma:
1. La Santidad absoluta de Dios.
2. Las figuras del Antiguo Testamento referidas a María.
3. El saludo del ángel Gabriel, el día de la Anunciación.
Sabemos como Dios dijo al demonio cuando tentó a Eva que se presentaba en forma de serpiente: “Pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu linaje y el suyo. Ella te aplastará la cabeza y tú le acecharás el talón". (Gn 3, 15).
El salmo 44 ya nombra a una Reina terrenal que en el Evangelio nos hace entender que es la Virgen María, el salmo dice: “De pie a tu derecha está la reina, enjoyada con oro de Ofir. Hijas de reyes salen a tu encuentro, de pie a tu derecha está la reina, enjoyada con oro de Ofir. Escucha, hija, mira: inclina el oído, olvida a tu pueblo y la casa paterna, prendado está el rey de tu belleza; póstrate ante él, que él es tu Señor. Las traen entre alegría y algazara, van entrando en el palacio real.”
Y ya este Salmo desemboca en el maravilloso misterio de la Encarnación del Verbo Divino, que es escrito por los evangelistas y nos hace ver como por medio del Espíritu Santo y sin conocer María varón es engendrado el Salvador del Mundo. Tanto en la festividad de la Inmaculada como en la de Asunción es recitado este pasaje evangélico que se hace más famoso según San Lucas.
Y concluyo con el escrito de San Juan en el Apocalipsis donde en una de sus visiones se muestra la Santísima Virgen concretamente en el capítulo 12 y expresado de esta manera: “Una gran señal apareció en el cielo: una mujer vestida de sol, la luna bajo sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas. Está encinta y grita al sufrir los dolores del parto y los tormentos de dar a luz.”
Con estos relatos y muchísimos más estudios que son imposibles comentar todos, la Santa Sede decide en 1854 proclamar el Dogma de la Inmaculada ya que se venía venerando desde siglos atrás y no podemos olvidar que la Inmaculada fue nombrada Patrona de España por el Papa Clemente XIII, mediante la bula “Quantum Ornamenti”, de fecha 25 de diciembre de 1760, que había solicitada por el rey Carlos III, como otros reyes españoles habían hecho repetidamente.
No es hasta el 8 de diciembre de 1854 cuando en la “Bula Ineffabilis Deus” el Papa Pío IX proclama que la Santísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de culpa original desde el primer instante de su concepción, por singular privilegio y gracia de Dios Omnipotente, en atención a los méritos de Cristo-Jesús, Salvador del género humano. Esto ha sido revelado por Dios y por tanto debe ser firme y constantemente creído por todos los fieles.
Hay tres argumentos bíblicos que muestran este dogma:
1. La Santidad absoluta de Dios.
2. Las figuras del Antiguo Testamento referidas a María.
3. El saludo del ángel Gabriel, el día de la Anunciación.
Sabemos como Dios dijo al demonio cuando tentó a Eva que se presentaba en forma de serpiente: “Pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu linaje y el suyo. Ella te aplastará la cabeza y tú le acecharás el talón". (Gn 3, 15).
El salmo 44 ya nombra a una Reina terrenal que en el Evangelio nos hace entender que es la Virgen María, el salmo dice: “De pie a tu derecha está la reina, enjoyada con oro de Ofir. Hijas de reyes salen a tu encuentro, de pie a tu derecha está la reina, enjoyada con oro de Ofir. Escucha, hija, mira: inclina el oído, olvida a tu pueblo y la casa paterna, prendado está el rey de tu belleza; póstrate ante él, que él es tu Señor. Las traen entre alegría y algazara, van entrando en el palacio real.”
Y ya este Salmo desemboca en el maravilloso misterio de la Encarnación del Verbo Divino, que es escrito por los evangelistas y nos hace ver como por medio del Espíritu Santo y sin conocer María varón es engendrado el Salvador del Mundo. Tanto en la festividad de la Inmaculada como en la de Asunción es recitado este pasaje evangélico que se hace más famoso según San Lucas.
Y concluyo con el escrito de San Juan en el Apocalipsis donde en una de sus visiones se muestra la Santísima Virgen concretamente en el capítulo 12 y expresado de esta manera: “Una gran señal apareció en el cielo: una mujer vestida de sol, la luna bajo sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas. Está encinta y grita al sufrir los dolores del parto y los tormentos de dar a luz.”
Con estos relatos y muchísimos más estudios que son imposibles comentar todos, la Santa Sede decide en 1854 proclamar el Dogma de la Inmaculada ya que se venía venerando desde siglos atrás y no podemos olvidar que la Inmaculada fue nombrada Patrona de España por el Papa Clemente XIII, mediante la bula “Quantum Ornamenti”, de fecha 25 de diciembre de 1760, que había solicitada por el rey Carlos III, como otros reyes españoles habían hecho repetidamente.
Juan Jesús Pavón Bueno
Foto: Inmaculada Concepción - La Colosal de Bartolomé E. Murillo (h. 1650)