SANTO ENTIERRO: Crónica - 15 de Septiembre, Festividad de María de los Dolores.

Rumor de recias bambalinas azotan la memoria de La Palma, un azahar invisible perfuma los aledaños de la Parroquia, trasiego en el alma anuncia que sus Dolores resuenan a Gloria.
Gloria en sus Dolores, Dolores en su Gloria...
Y es 15 de septiembre cuando su dolor se viste de gozo y deja el negro enlutao' por el oscuro azul del océano, sus manos quedan desprovistas de espinas y abiertas de par en par para recibirnos, el duelo se convierte en alabanza a la Madre de Dios que Reina en su trono con infinita majestad, escolta de uniformados Policías que dan gracias a su Protectora en el día grande de una de las devociones más profundas de La Palma... 15 de septiembre, Gloria de la Virgen de los Dolores.
La Hermandad Servita del Santo Entierro celebraba la festividad litúrgica de su Sagrada Titular con la Solemne Función Religiosa y Devoto Besamanos a la Stma. Virgen.
Entronizada en un sencillo y clásico altar de cultos, María Stma. de los Dolores se presentaba radiante a su pueblo. Para la ocasión lucía la Señora manto de terciopelo azul noche, saya bordada en oro del siglo XIX atribuida a las Hermanas Antúnez, tocado de riquisímos encajes de Bruselas, toca bordada de sobremanto y corona imperial bañada en oro. Sobre su pecho la placa de Protectora de la Policía Local de La Palma, que acudía con traje de gala a honrar a su Virgen. Un dosel rojo enmarcaba a la Virgen Servita, que era flanqueada por blandones con cera blanca y cuatro elegantes centros florales a base de gladiolos blancos y liliums en tonos rosas.
La Solemne Eucaristía, oficiada por el sacerdote palmerino R.P.D. Cristóbal Robledo Rodríguez, fue dedicada en acción de gracias por el Cuerpo de la Policía Local a su Protectora, a la que realizaron ofrenda floral durante el Ofertorio. La Policía un año despues del Nombramiento Oficial de la Virgen de los Dolores como su Protectora volvía ante sus plantas, invitando en este año a los voluntarios de Protección Civil para que les acompañaran en tan importante día.
Tras la Solemne Eucaristía la Señora quedaba en Besamanos ante su pueblo, que acudió a la cita con su Virgen Dolorosa llenando todo el aforo de la Parroquia de San Juan Bautista.
Volvió La Palma a emocionarse ante la Virgen del Santo Entierro, en una tarde en la que ni los toques a gloria de las campanas de nuestra torre, lograron arrancar las cinco lágrimas del rostro de la Madre de los Dolores de La Palma, que sigue derramando su llanto para interceder por nosotros, sus hijos.