GALERÍA FOTOGRÁFICA: Romería de Ntra. Sra. del Rocío.

Rocío, mil estampas y una sola mirada.
La Palma cumplió un año más con su cita de Pentescostés en la aldea almonteña del Rocío, volvió a reencontrarse con la fe y la tradición más sentida.
La tercera de las Hermandades Filiales del Rocío iniciaba el jueves 20 de mayo en La Palma su Peregrinación a la Romería. Al atardecer, la clausura monjil del Convento de las Hermanas de la Cruz se llenaba de romeros que a los pies del Simpecado palmerino celebraban Santa Misa en Acción de Gracias, en la que los nuevos hermanos de la Corporación hicieron el juramento de rigor y se les fue impuesta la medalla. Al término, el Simpecado quedó entronizado en la imponente carreta de camino de La Palma, la cual se exornaba floralmente a base de girasoles, espigas de trigo, gerberas, cardos,... plantas y flores silvestres que resaltaban con creces la bella carreta. La Plaza de España cobijó durante esa noche a la carreta del Simpecado, que quedaba expuesto ante el pueblo palmerino arropado por el rezo del Santo Rosario que rompía el silencio a la media noche.
Al amanecer del viernes 21, La Palma celebraba su Misa de Romeros, con la que se daba comienzo al peregrinar hacia la aldea. El pueblo despedía a la Hermandad acompañándola por las calles de la localidad, quedándose poco a poco atrás contagiado por el ambiente rociero que el numeroso cortejo iba derrochando a su paso. Junto a La Palma caminaban hacia el Rocío la Asociación Rociera de Hortaleza y la Hermandad Valenciana de Culto a Ntra. Sra. del Rocío. En el camino se vivieron momentos hermosos y que ya forman parte de la tradición rociera palmerina. Un año más se volvió a visitar a la Hermandad de Ntra. Sra. de las Mercedes de Bollullos del Condado, vibró Almonte al paso de la Hermandad palmerina por las blancas calles de su ciudad, se pintó el cielo de cohetes al llegar la carreta a las puertas de la Parroquia almonteña, se cantó y bailó por sevillanas en los pinos, se hizo caridad en el residencial "El Pastorcito" y se sintió el peso del cansancio al pasar por las profundas arenas del último tramo del camino. Sin embargo, el momento más especial de todo el caminar, fue sin duda la entrada de La Palma en la aldea al anochecer, donde un mar de personas seguían con sus plegarias cantadas a la hermosa carreta en su trayecto hasta llegar a la Casa Hermandad.
El sábado 22 de mayo tenía lugar la tradicional Presentación y Recepción de Hermandades Filiales ante la Blanca Paloma. Inquietud desde las primeras horas de la mañana en la Casa Hermandad palmerina, donde se ultimaban los detalles de la carreta para este emotivo acto. El cortejo partía hasta el Santuario, presidiendo la Hermana Mayor de la Romería 2010, Dña. María Madrid Bellerín, acompañada del Presidente de la Hermandad y el Párroco de La Palma. La carreta lucía en esta jornada un exorno floral de gran belleza y elegancia, a base de flores variadas en tonos rosas, entre las que se podían ver rosas, gerberas, lirios,... En el tercer puesto de antiguedad y acompañada de los romeros palmerinos, la carreta de plata se postraba ante la Stma. Virgen del Rocío mientras la Salve se entonaba en la voz de los devotos y fieles que con fervor buscaban sentir en sus corazones la dulce mirada de la Reina de las Marismas.
El domingo se celebraba solemnemente la festividad de Pentecostés, para ello todas las Hermandades se desplazaron, con sus respectivos Simpecados, a la Plaza del Real donde tenía lugar la Santa Misa, presidida por el Obispo de Huelva, Mons. D. José Vilaplana Blasco.
Ya de noche, la aldea empezó a sentirse inquieta e impaciente porque la hora estaba próxima. A las 00:00 horas como cada año, se iniciaba el Rosario de Hermandades, donde todos los Simpecados salían en procesión recorriendo las calles meditando los rezos del Santo Rosario. Resplandores de luminarias llenaban de luz el pasar de las Hermandades, que lentamente retornaban a sus Casas tras el Rosario, mientras en el Santuario la reja que custodia a la Virgen permanecía cerrada a cal y canto y el nerviosismo se agolpaba en los corazones almonteños que ya querían aferrarse a las andas de su Patrona. Fue a las 02:50 horas cuando el Simpecado de la Hermandad Matriz de Almonte aparecía por las puertas del Santuario, desencadenando el famoso salto de la reja. La Virgen salía a visitar y bendecir a los miles de romeros que se congregaban en las calles de la aldea. Al alba, la Blanca Paloma se posaba en la Casa Hermandad de La Palma, donde se vivieron intensos momentos de gran emoción. La Virgen del Rocío derrochó su amor en cada alma suplicante que buscaba el consuelo de su intercesora y baja mirada. Al mediodía los almonteños la depositaban de nuevo en su Santuario donde se le cantó una emotiva Salve.
En la tarde del lunes 24, la Hermandad palmerina celebraba Santa Misa de Despedida en el Santuario, la cual estuvo marcada por la melancolía y la añoranza.
El martes la Hermandad iniciaba su camino de vuelta, luciendo en esta ocasión la carreta flores de especies variadas en color blanco. Al anochecer el cortejo entraba triunfalmente en La Palma, donde era recibida por todo el pueblo palmerino. Cansados pero felices por cumplir un año más de Rocío, los romeros y rocieros cerraron la Romería de 2010 con la ilusión de volver el próximo año a rendirse ante las plantas de la que es Reina, Pastora y Señora del Rocío.
Os dejamos un amplio reportaje fotográfico del Rocío 2010.

Pinchar sobre las fotos para verlas a mayor tamaño.






























































Fotos: Manuel V.